Una mañana fría de invierno, un niño encuentra un regalo en el umbral de su casa. Es un soldadito tambor que hace sonar su instrumento y hace feliz al niño. Pero, por un descuido, el pequeño tamborilero desaparece y vivirá muchas aventuras antes de volver a encontrar su hogar.
Este cuento es uno de esos "tesoros" que encontramos por casualidad entre las estanterías dedicadas a la literatura infantil. Sus ilustraciones te llaman al instante y cuando comienzas a leer te envuelve una ternura y una magia digna de ser compartida con nuestros pequeños. Su lectura está redomendada a partir de los 4 años. Un cuento con espíritu navideño ideal para esta época del año.
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